La Microeconomía usa la palabra consumidores para referirse a la gente.
Por supuesto, la gente puede ser muchas cosas: padre o madre, hijo, nieta, amigo, filósofo, deportista, creyente, artista, agnóstico, activista político, vegano, paciente, viajero, poeta... Cada persona es simultáneamente varias de esas cosas, y posiblemente nadie, o casi nadie, diría que ser un consumidor es lo que le caracteriza como individuo. Pero, aunque sea con un carácter instrumental, los aspectos económicos juegan un papel importante en la vida y las preocupaciones de todas las personas. Quizá el hijo de un archimillonario, que dispone de una tarjeta de crédito inagotable, o un monje que vive en un monasterio apartado del mundo, no necesiten nunca pensar en el dinero. Pero ese no es el caso de la mayoría de los habitantes del planeta.
Cuando la Microeconomía habla del consumidor no pretende ignorar la existencia e importancia de las otras dimensiones de la vida de la gente. Sólo es que va a centrar su atención en los aspectos prácticos de la vida de los individuos que llamamos económicos.
Su faceta más interesante en lo que nos ocupa es que continuamente tiene que tomar decisiones sobre cómo usar sus recursos para consumir un bien o servicio u otro.
Se trata de construir un modelo que sea lo suficientemente sencillo para poder comprender completamente su funcionamiento, pero que contenga los elementos y la complejidad suficientes para poder recoger las cuestiones fundamentales del problema a estudiar.
Utilizamos el término problema del consumidor para describir un problema en el que el individuo tiene cierta cantidad de dinero, $m$, que puede utilizar para comprar bienes en el mercado. Mantendremos el escenario lo más simple posible: sólo dos bienes, cuyos precios son un dato (no negociable) dado por el mercado. Además, cada decisión se refiere al momento presente, que es independiente del pasado y del futuro. Cada consumidor tiene sus propios gustos (preferencias), de modo que dos individuos pueden dar distintas soluciones al mismo problema.
En realidad, el problema anterior es una pequeña parte del problema general que los individuos deben resolver. Tienen que decidir, por ejemplo, cuánto trabajar, si merece la pena consumir menos hoy para consumir más en el futuro, si pagar un seguro para hacer frente a posibles incidentes, etc. Pero estos problemas se dejan para capítulos más avanzados.
Para que puedas responder a las cuestiones anteriores hace falta definir y representar gráficamente algunos conceptos teóricos. Pero antes de entrar en contenidos teóricos, clica la figura para conocer a Peter, John y Mary, y juega un poco con ellos. Nos acompañarán a lo largo de todo el capítulo.